Sea como sea, con o sin restauración en Cataluña, toca celebrarlo, cumpliendo las medidas, pero sin perder las ganas!
En pocos días llegaremos a finales de mes, pasarán los 14 días con las nuevas medidas anunciadas hoy, pero mientras, aprovechando la ambientación que nos dejará el Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, podemos empezar a vivir Halloween.
Ya lo hemos visto en varios
comercios y tiendas, y esperamos poder verlo en más, los escaparates y
estanterías empiezan a tener hojas de árbol caído, calabazas, telarañas,
esqueletos, brujas, etc. Pero también nos preguntamos, si estamos en una tierra
de tradiciones, de costumbres, en la que los panellets también nos trae un
aroma a boniato y castañas asadas… ¿qué celebrar? ¿Halloween lo la tradicional
Castañada?
La fiesta de Halloween ha venido
importada y, nos guste o no, siempre será más atractiva para los más pequeños
(los disfraces son garantía de diversión tanto para grandes como para pequeños)
con ganas de diversión. En circunstancias normales, restaurantes, pubs y
lugares de ocio ofrecerían productos y fiestas adaptadas –los últimos años han
ido ganando peso-, pero este año tocará celebrarlo en casa con los nuestros,
divirtiéndonos igual.
El clima es otro de los puntos
que juegan diferente que otros años, la Castañada nos suele traer a los
abrigos, pero los últimos tiempos nos hemos encontrado con temperaturas suaves
que tampoco ayudan a ponerse frente al fuego y comer platos calientes, por eso,
a mucha gente no le acaba de convencer ponerse frente al fuego y las castañas…
Pese a ello, hay que agradecer a
muchas escuelas el esfuerzo de mantener la tradición en Cataluña y enseñar a
los más pequeños que además de los disfraces, es época de Castañera. Eso hace
que en muchos hogares se sigan asando boniatos, castañas y comiendo panellets
(si los hacéis en casa, son una actividad fabulosa para compartirla en familia).
¿Qué nos gusta? Ambas cosas,
deseando que el año 2021 podamos volver a celebrarlo como antaño, pero este
año, nadie nos quitará las ganas –ni el permiso- para celebrarlo en petit
comité.
Enjoy Sitges!